¿Qué hago cuando acabe la carrera?
Buscar trabajo, hacer un máster o emprender, entre las opciones de los universitarios que se enfrentan a su último curso en la UMA
Para algunos, los cuatro años de universidad se convierten en un paseo. Para otros, acaba siendo mucho más duro de lo que esperaban. Al margen de eso, las preocupaciones suelen ser las mismas cuando llegan al último curso. ¿Y ahora qué hago?, ¿un máster?, ¿oposiciones?, ¿busco trabajo?, ¿me atrevo con el emprendimiento? Estas son algunas de las preguntas que se hacen los estudiantes de la UMA al acercarse el fin de su vida universitaria. Unas decisiones que no se pueden tomar a la ligera, ya que influyen muchos otros factores como el dinero, becas o ciudad de residencia. Durante este curso académico, un total de 2.532 alumnos se han matriculado en un máster oficial en la Universidad de Málaga. Esta es una de las opciones más recurrentes por parte de los estudiantes, convencidos de que, ante un mercado laboral cada vez más complejo, el futuro pasa por la especialización. Esto, en algunas ocasiones, conlleva tener que cambiar de ciudad. Otra opción puede ser hacer un doctorado. En este mismo curso, un total de 1.467 alumnos optaron por matricularse en este tipo de estudios. Para otros, la mejor alternativa es trasladarse a otro país en busca de un empleo relacionado con la titulación. En 2014, tan solo el 50,47% de los alumnos egresados habían encontrado un trabajo un año después de graduarse, según el último informe de la institución académica sobre la situación laboral de los titulados. Y esto a pesar de las elevadas tasas de éxito académico y rendimiento de los estudiantes de la UMA. En el curso 2015/2016, el promedio de tasa de éxito se situaba en un 91,12%, y el promedio de tasa de de rendimiento en un 80,74%, según datos de la Universidad.
Una de las opciones más recurrentes entre los alumnos es estudiar un máster
El emprendimiento o prepararse unas oposiciones son otras de las alternativas que se plantean los jóvenes que están a un paso de finalizar el último curso de la carrera. Y hay quien no descarta tomarse un año sabático para pensar sobre su futuro de una manera más relajada.