Termina el plazo para que 2.600 alumnos abonen la matrícula de la UMA
Se trata de los estudiantes a los que se ha denegado la beca Junta-Universidad, que tienen hasta hoy para pagar si no quieren perder su plaza Por las oficinas de Unicaja y del Santander están pasando estos últimos días más jóvenes universitarios de lo que es habitual. Son 2.621 estudiantes los que tienen de plazo hasta hoy viernes para pagar la matrícula si no quieren perder su plaza en la UMA. Son los alumnos que solicitaron la beca de la Junta-UMA y que han visto rechazada su solicitud. El primer listado se publicó hace un par de semanas, pero los alumnos contaban con un plazo de 10 días para interponer alegaciones. El miércoles salió un nuevo listado con algunas correcciones y, aunque sigue abierta la posibilidad de reclamar, el pago de la matrícula es ya obligatoria para hoy viernes. La Universidad de Málaga, a través de su sección de becas, puso en marcha este curso un nuevo sistema de gestión por el que todos aquellos que veían rechazada la beca general, la del Ministerio de Educación, por razones académicas (no llegar a la nota mínima exigida) pasaban a ser considerados de manera automática solicitantes de la beca propia de la Junta-UMA, de manera que se paralizaba el proceso de pago de matrícula hasta que quedaran resueltas las solicitudes. De las 4.270 solicitudes tramitadas, 2.621 han sido denegadas y 1.649 aprobadas. Estos alumnos han seguido el curso escolar con normalidad, sin abonar los precios públicos, esperando la resolución de estas solicitudes. Pero un buen número se ha encontrado con que en pocos días tienen que abonar el importe de la matrícula. Y la comunicación llega en un momento en el que ya no pueden beneficiarse del pago fraccionado. 4.000 euros de una vez Algunos alumnos se acercaron ayer a la oficina que el Banco de Santander tiene en el campus de Teatinos, junto a la Facultad de Derecho. Es el caso de David Posada, que se dejó en la oficina casi 4.000 euros, el coste de 14 asignaturas de Medicina, algunas en segunda o tercera matrícula, que incrementan su coste. «Esto es un robo a mano armada», se lamentaba. No tiene trabajo, y confiaba en la beca que le hubiera supuesto no pagar matrícula. Pero su esposa sí trabaja y la pareja supera el umbral de ingresos. También contaba con la beca Celia Mateo, alumna de segundo de Traducción e Interpretación. Acababa de pagar 957 euros. «Confiaba en que me la darían, el año pasado sí me la concedieron y tenemos la misma renta», se quejaba. La matrícula de Marta Ojeda, estudiante de Historia del Arte, asciende a 757 euros, y le disgusta que sólo se disponga de un plazo para hacer frente a este importe. En clase se habla de casos de alumnos que tienen que abandonar los estudios por no poder pagar la matrícula. Si no se paga la matrícula, el alumno pierde el curso y las notas de las asignaturas de las que se hubiera examinado María Cano no sabía anoche si hoy podrá pagar la matrícula, 605 euros, para seguir sus estudios de Administración y Dirección de Empresas. Está en tercero, tiene una niña de seis años y los pocos ingresos que le reporta su trabajo como azafata durante fines de semana o días sueltos son para los gastos de la familia. Cumple los requisitos para la beca de matrícula, pero le ha sido denegada por falta de presupuesto. En esta situación hay casi 700 alumnos. Aunque la Universidad ha destinado a estas becas unos 900.000 euros, que se han concedido en atención a los baremos de renta y nota. «No sé qué hacer... pediré dinero a mi familia, porque no tengo esos 600 euros», dudaba aún anoche esta joven, que, de no abonar la matrícula, perderá el curso y las asignaturas que lleva aprobadas.